Nicolás Mazzarino fue presentado como nuevo jugador de Malvín el viernes por la noche ante la prensa, los dirigentes, el cuerpo técnico, los jugadores e hinchas. Con perfil bajo, sabiendo que los objetivos son tan sólo un sueño, conversó en exclusivo con Radio 60 Malvín.
“Vine para dejarle algo a los más jóvenes”
¿Por qué elegiste jugar en Malvín?
Porque me gustó el proyecto en si: un proyecto de tres años que no solo incluye que venga a jugar para salir campeón sino que se me propuso que sea un ejemplo, que pueda dar una mano, que sea una guía para los más jóvenes y en un futuro tal vez ayudar a los jóvenes. Entonces no es solo que vino Mazzarino porque tiene que demostrar para salir campeón, sino que es algo más. Y no solo por un año, sino por tres, eso me gustó mucho. Además, me gusta la institución.
¿Venís para ser campeón?
Vengo para dar lo mejor. Como todo, muchos equipos van a querer ser campeón pero la idea es siempre dar más.
Decías que parte del proyecto de Malvín es ayudar a los más jóvenes. ¿En qué consiste ese proyecto y cuál sería ese aporte?
Yo me acuerdo que cuando era chico no conocía nada de Europa y me gustaba saber o tener alguna información. Tal vez muchos chiquilines están en la misma situación y tienen la chance de preguntarme a mí de ciertas cosas e incertidumbres que tienen. Yo creo que en ese tema se pueden organizar cosas muy interesantes. Creo que nos vamos a poner de acuerdo y seguramente a los jugadores les va a gustar esta idea. Después me gustaría organizar con el club para hacer algún tipo de entrenamiento o lo que sea, con los entrenadores de acá por supuesto, pero hacer algo distinto.
Luego de haber jugado 11 años en Italia, ¿cómo se hace para manejar la situación de la despedida de los italianos por un lado y el recibimiento de los uruguayos por otro?
No es fácil. La verdad es que estoy muy sorprendido por el impacto mío, no me lo imaginé. Muchísima gente me mandó mensajes de agradecimiento por lo que hice, no sólo de Cantú sino también de Milano y de otros equipos. Ahí me puse a pensar y dije “realmente hice algo bueno sin saberlo”.
En cuanto a vos como jugador, ¿cuáles puedan ser las diferencias entre la liga italiana y la uruguaya como para acostumbrarte a esta liga?
No sé, quiero ver realmente. El básquetbol dicen que es igual en todos lados, el tema es acostumbrarse a como se juega en Uruguay que es un poco distinto a como se juega en Europa, pero es cuestión de tiempo y de costumbre. Yo no estoy preocupado, quiero saber simplemente como me voy a adaptar. Estoy confiado en que yo estoy bien físicamente, y si entreno bien me voy a adaptar seguramente al juego de acá.
¿Qué reflexión te merece tu pasaje por Europa y hoy estar aquí?
Viendo para atrás es mucho tiempo en Europa, pasaron muchas cosas, pero ya es pasado. Ahora que volví me tengo que adaptar lo más rápido posible. Apuesto a lo que viene, al futuro, y a la nueva vida que voy a formar tanto fuera como dentro del campo. Como siempre voy a tratar de dar lo mejor y espero darle una alegría a Malvín y a su gente.
“Vine para dejarle algo a los más jóvenes”
¿Por qué elegiste jugar en Malvín?
Porque me gustó el proyecto en si: un proyecto de tres años que no solo incluye que venga a jugar para salir campeón sino que se me propuso que sea un ejemplo, que pueda dar una mano, que sea una guía para los más jóvenes y en un futuro tal vez ayudar a los jóvenes. Entonces no es solo que vino Mazzarino porque tiene que demostrar para salir campeón, sino que es algo más. Y no solo por un año, sino por tres, eso me gustó mucho. Además, me gusta la institución.
¿Venís para ser campeón?
Vengo para dar lo mejor. Como todo, muchos equipos van a querer ser campeón pero la idea es siempre dar más.
Decías que parte del proyecto de Malvín es ayudar a los más jóvenes. ¿En qué consiste ese proyecto y cuál sería ese aporte?
Yo me acuerdo que cuando era chico no conocía nada de Europa y me gustaba saber o tener alguna información. Tal vez muchos chiquilines están en la misma situación y tienen la chance de preguntarme a mí de ciertas cosas e incertidumbres que tienen. Yo creo que en ese tema se pueden organizar cosas muy interesantes. Creo que nos vamos a poner de acuerdo y seguramente a los jugadores les va a gustar esta idea. Después me gustaría organizar con el club para hacer algún tipo de entrenamiento o lo que sea, con los entrenadores de acá por supuesto, pero hacer algo distinto.
Luego de haber jugado 11 años en Italia, ¿cómo se hace para manejar la situación de la despedida de los italianos por un lado y el recibimiento de los uruguayos por otro?
No es fácil. La verdad es que estoy muy sorprendido por el impacto mío, no me lo imaginé. Muchísima gente me mandó mensajes de agradecimiento por lo que hice, no sólo de Cantú sino también de Milano y de otros equipos. Ahí me puse a pensar y dije “realmente hice algo bueno sin saberlo”.
En cuanto a vos como jugador, ¿cuáles puedan ser las diferencias entre la liga italiana y la uruguaya como para acostumbrarte a esta liga?
No sé, quiero ver realmente. El básquetbol dicen que es igual en todos lados, el tema es acostumbrarse a como se juega en Uruguay que es un poco distinto a como se juega en Europa, pero es cuestión de tiempo y de costumbre. Yo no estoy preocupado, quiero saber simplemente como me voy a adaptar. Estoy confiado en que yo estoy bien físicamente, y si entreno bien me voy a adaptar seguramente al juego de acá.
¿Qué reflexión te merece tu pasaje por Europa y hoy estar aquí?
Viendo para atrás es mucho tiempo en Europa, pasaron muchas cosas, pero ya es pasado. Ahora que volví me tengo que adaptar lo más rápido posible. Apuesto a lo que viene, al futuro, y a la nueva vida que voy a formar tanto fuera como dentro del campo. Como siempre voy a tratar de dar lo mejor y espero darle una alegría a Malvín y a su gente.